'Centenariazo' del Giro de Italia
La globalización del mundo ciclista -y el dinero- manda y RCS Sport, organizadora del Giro de Italia, no ha podio evitarlo. Repartió las cuatro wildcards dejando de lado a dos históricos del ciclismo italiano como Nippo-Vini Fantini y Androni Sidemerc en favor de los rusos del Gazprom-Rusvelo y los polacos del CCC Sprandi. La explicación la dio el propio director de la carrera: “Gazprom es patrocinador de la Champions League y Polonia es un nuevo mercado”. Con esta afirmación ya está todo dicho.
Con la desaparición de Lampre-Merida como único equipo transalpino con licencia World Tour el orgullo nacional pasará por los guerreros de Bardiani-CSF y Willier Trestina. Solo dos equipos italianos en la Corsa Rosa hace que esta edición sea la que menos conjuntos locales participen... toda una paradoja en una edición tan emblemática como el centenario y una organización que siempre ha barrido para casa, pero los tiempos cambian por desgracia para los italianos.
La decisión de la organización no ha estado exenta de críticas. Los dos equipos afectados han mostrado su decepción pero la han afrontado de forma distinta. Mientras la familia Androni comunicó que dejará de patrocinar al equipo tras su segundo año fuera del Giro, Nippo-Vini Fantini ha pedido al Giro que aumente el numero de equipos como en 2011, en el que se celebró el 150 aniversario de la unificación del país. La respuesta del Giro no se hizo esperar comentando que los equipos italianos no deben basar su temporada en participar en el Giro.
Sin duda la crisis española ciclista empieza a contagiar a Italia, una vez que el dinero que se invierte en el ciclismo proviene de lugares cada vez más exótico: Australia, Sudafrica y este año Oriente Medio. Los organizadores como el ciclismo abren mercado a costa de los lugares de culto ciclista.