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‘Riposa in pace campione’

Michele Scarponi ha fallecido a los 37 años tras ser atropellado por una furgoneta mientras entrenaba en los alrededores de su localidad en Ancona

Scarponi levanta los brazos por última vez | Fuente: Astana Team.

Las cosas que tiene la vida, lo injusta que es y lo duro, lo perra como suele decirse, que se puede volver en cuestión de segundos, de milésimas de segundo. La cara más perra de la misma es la que le ha tocado vivir a Michele Scarponi y, sobre todo, a su familia. No un ciclista cualquiera. Bueno, en realidad, ningún ciclista es un cualquiera. El sacrificio que requiere este deporte hace que hasta el más amateur sea considerado un campeón. Como decimos, no un ciclista cualquiera, un campeón. Luchador, sacrificado, valiente, trabajador y ganador.

Y es que el ciclista italiano, campeón del Giro de Italia 2011, ha perdido la vida en la mañana de este sábado 22 de abril tras ser atropellado por una furgoneta mientras entrenaba en los alrededores de su localidad en Fittorano. Scarponi acababa de finalizar su última carrera de preparación de cara al Giro de Italia, el Tour de los Alpes, con notables sensaciones tras llevarse la victoria en la primera etapa y ser líder. Feliz, contento, satisfecho e ilusionado con volver a ser el líder de un equipo, en este caso Astana, en su carrera fetiche, el anconense se había reencontrado con su familia, su mujer y sus dos hijos, antes de un largo periplo tan cerca pero a la vez tan lejos de casa.

Uno de los vueltómanos destacados del cambio de década

Como suele decirse, cuando muere el ciclista nace la leyenda. El palmarés de Michele Scarponi no es que sea impresionante. Simplemente un gran ciclista, un gran escalador, un gran vueltómano y, en los últimos tiempos, un gran gregario. Su principal triunfo fue en el Giro de Italia 2011. Tras ser cuarto en 2010, el italiano consiguió llevarse el título más ansiado por todo transalpino, tras ser derrotado por Contador en la carretera y ganar el rosa ‘a posteriri’, debido a la sanción del madrileño, además de llevarse la clasificación por punto. Ese año, el más fructífero de su carrera, se llevó una etapa de la Tirreno-Adriático y la general de la Volta a Cataluná y del Giro del Trentino, precisamente la que ha sido la última carrera de su vida en 2017.

VÍDEO. Así fue su última victoria en el Tour de los Alpes | Fuente: Eurosport TV.

En el Giro de 2011 no logró ninguna victoria de etapa pero, anteriormente, ya sumaba tres. Además, general y etapas en Tirreno, otra etapa en el Giro del Trentino –a la que ha que sumar otra más en el Tour de los Alpes hace unos días- y triunfos diversos en otras carreras italianas tales como la Settimana Coppi e Bartali, la Settimana Lombarda, el Giro de Cerdeña o GP Costa de los Etruscos. Por completar, en grandes vueltas, se ha quedado tres veces a las puertas del podio en el Giro de Italia (10’, 12’, 13’) mientras que en la Vuelta ha conseguido cuatro top 15 en sus cinco participaciones. En el Tour nunca tuvo la suerte de acudir como líder y favorito y, en cuatro participaciones, un 24º puesto fue su mejor resultado.

Su versión más generosa...

A sus triunfos y resultados hay que añadir dos aspectos. El primero de ellos es la dedicación a los demás. No solo con sus sonrisas y su carácter amable y divertido, sino en su labor como gregario. Todo un campeón y uno de los vueltómanos más destacados de la primera década de Siglo XXI no ha tenido reparos en ponerse a trabajar para sus compañeros cuando ha sido necesario. Especialmente en su última época en Astana. El de Ancona ha sido el hombre de mayor confianza de Vincenzo Nibali, devolviendo así el favor que su amigo le hizo en el pasado, cuando el siciliano era una promesa del ciclismo. , cuando trabajó para el propio Scarponi. Con ambos dos de la mano, Nibali ha conseguido alzarse con sus ansiados triunfos en el Tour de Francia (14’) y Giro de Italia (16’), con especial énfasis en este último en el que Michele tuvo una actuación fundamental. Y ahora, con Nibali en otro equipo, tampoco ha tenido reparos en ponerse a las órdenes de Fabio Aru de cara a su conquista del Giro. Una conquista ‘aplazada’ por la lesión del sardo y que había dejado a Scarponi como líder del equipo kazajo de cara a la ‘Corsa Rosa’.

Scarponi, con Contador en el podio del Giro 2011 | Fuente: La Gazzetta dello Sport.

... y una de las sonrisas del pelotón

El segundo aspecto que queremos destacar, más allá de sus resultados, es su carácter. Ya hemos dado alguna pincelada en las líneas anteriores de cómo era Michele Scarponi. No había más que darse un paseo por sus redes sociales para descubrir a un tipo alegre, bonachón, sonriente, divertido, gracioso y dado a los demás: a su familia, a sus amigos, a sus compañeros de equipo y de pelotón… e incluso a su mascotas. Recordado será el vídeo entrenando con su loro Frankje. En su última imagen pública, en Twitter, aparecía con sus dos hijos, cada uno de ellos portando un maillot de líder del Tour de los Alpes, felices, sonrientes, orgullosos de su padre, orgullos de la ilusión que Scarponi tenía a sus 37 años. Esa ilusión se va ahora, camino de una carrera bien diferente. Como muchos dicen, una de las sonrisas del pelotón, nos abandona. Su ciclismo, su sonrisa, su persona ya son leyenda. ‘Riposa en pace campione’. Nuestro mensaje de apoyo para familiares, amigos y compañeros. #EnUnMetroCabeUnaVida


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